domingo, 28 de septiembre de 2008

EL INDOMABLE SE CONVIERTE EN LEYENDA



Ayer recibimos la triste noticia de que una de las estrellas más brillantes de Hollywood se ha apagado. A pesar de ser una muerte anunciada desde hace ya varios meses, no pude evitar emocionarme al saber que ya no está entre nosotros.

Puede parecer absurdo sentir la muerte de alguien a quien ni siquiera conoces, pero Paul Newman, a través de sus películas, de su forma de ser, de su filosofía de vida, ha formado parte de mi adolescencia, de mis tardes de domingo, en definitiva, de mí como persona.

En general no soy mitómana, pero con el más grande de los grandes, creo que me lo puedo permitir. Y esta licencia para admirar e idolatrar a alguien que vivió muy lejos de mí, tanto en el espacio como en el tiempo, no es gratuita, ya que Newman era diferente. Diferente a la hora de actuar, con su naturalidad y su mirada cristalina que cautivó la cámara y a infinidad de admiradores sin distinción de sexo ni generación. Diferente a la hora de sujetar el cigarrillo entre sus labios. Diferente sosteniendo un vaso de whisky entre sus manos al mismo tiempo que era capaz de soltar densas parrafadas en sus diálogos con Elizabeth Taylor en La gata sobre el tejado de zinc. Diferente al alejarse del marketing y del superficial mundo de Hollywood. Diferente por mantener un matrimonio de cincuenta años al margen de los focos que suelen iluminar a las grandes estrellas. Diferente porque era un hombre generoso. Diferente porque su belleza y su éxito no eran incompatibles con su solidaridad. Diferente porque sus disculpas a los espectadores después de su primera película, El cáliz de plata, demostraron que también era autocrítico. Diferente porque luchó para colocarse donde merecía. Diferente porque su filmografía no destaca precisamente por papeles de galán seductor sino más bien por sus personajes que encarnan a perdedores inconformistas. Diferente porque el azul de sus ojos no es superficial sino el reflejo de su corazón. Diferente porque ha conseguido que sus seguidores, inicialmente maravillados por su espectacular físico, supieran apreciarlo primero como persona y luego como actor. Diferente porque es inigualable. Diferente porque no ha habido otro como él. Diferente porque no habrá otro como él.

Hace unos años hubiese escrito estas líneas en honor a mi actor favorito en mi diario, con papel y lápiz. Pero creo que es hora de aprovechar las nuevas herramientas y homenajear al indomable a lo grande.

Además, quiero aprovechar este espacio para crear un lugar para el cine desde mí. Algo que siempre he querido hacer, escribir sobre cine, pero que nunca me he atrevido a hacer. Una de las cosas por la que me decanté por estudiar periodismo, era para poder aunar dos de las cosas que más me gustan: escribir y el séptimo arte. Y esta última se la debo a Newman. Y por eso quiero inaugurar este blog dedicándoselo a él. Porque él fue quien me inició en el gusto por ver cine. Porque él fue quien hizo que me sorprendiera a mí misma viendo películas en blanco y negro a solas. Porque él fue quien me presentó a míticos directores y actores del cine clásico. Porque él hizo que me embelesara con emocionantes diálogos propios de aquel cine. Porque él me enseñó a apreciar un buen guión sin necesidad de artificios. Y porque, paradójicamente, una de las cosas que más me asustan del periodismo es tener que escribir sobre asuntos que desconozco, pero excepcionalmente con el daltónico de ojos azules que pretendía ser piloto de avión, eso no ocurre, ese miedo desaparece y me siento segura escribiendo sobre él. Y aprovecho este impulso de autoestima para coger carrerilla y dar el salto. Espero no quedarme sólo en el impulso...

También doy gracias a mi madre, quien me dio a conocer y me inculcó la admiración por el chico de Ohio, cuando aquel cumpleaños me pidió como regalo la colección de películas de un actor llamado ‘Pau Nema’. Y a la dependienta de la papelería de mi barrio, gracias a la cual conseguí sus primeras películas, cuando finalmente logró entenderme, mientras con asombro y desconcierto intentaba descifrar el nombre que yo, ingenuamente, repetía con la pronunciación de mi madre. Asimismo, agradezco a mis amigos de siempre el regalo de su biografía que me dejó boquiabierta en mi decimo quinto cumpleaños y que colaboró a aumentar aún más mi mitomanía.

Desgraciadamente, aquel sueño de poder entrevistarle algún día en persona que tenía de adolescente cada vez que observaba el póster de mi habitación en el que un elegante Newman con corbata me miraba, ya no es posible. Tampoco el de volver a verlo en la pantalla grande, aunque afortunadamente me queda el recuerdo que tuve un día en el cine de un Newman en su vejez personal pero no profesional en su última película, Camino a la perdición. Tampoco podremos disfrutar más de su sentido del humor, ni de su pasión por hacer este mundo un poco mejor, pero de lo que sí estoy segura es que, aunque aquí en Málaga aún no nos hemos podido dar cuenta porque estos días llueve, seguro que, a partir de ahora con sus ojos, el cielo será más azul.


Sara G. Cortijo

8 comentarios:

Blogger Martín Garrido ha dicho...

Paul Newman nunca morirá, es uno de esos iluminados que tuvo la suerte de nacer con talento, disfrutar de una vida plena y estar protegido por los mejores directores del mundo. Esos fantásticos ojitos glaucos nunca se cerrarán. Y ya está.

Un saludo.

28 de septiembre de 2008, 21:31  
Blogger CB ANTIGUASEXI ha dicho...

Saraaaaaaaaa k haces tia!!!!! Donde stás? de practicas? K stoy en la faku este año en las de 3º ya me gustaria verte pronto tia k hace tiempo k no nos vemos ni ná. Un beso muy gordote mitómana!! xD

30 de septiembre de 2008, 11:16  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Sari, sabes q cuando vi q Paul Newman había fallecido me acordé de ti, estuve a punto de mandarte un mensaje. Me has emocionado, me has hecho llorar con tus palabras, que fuerte!!!!Ánimo con el blog! Vas a ser una buena profesional, de eso estoy segura!!!


Besos,

Gema

3 de octubre de 2008, 17:23  
Blogger Unknown ha dicho...

Hola Sara "chatina",me gusta y me emociona la forma como recuerdas y admiras a nuestro querido Paul Newman, muchas de esas palabras las suscribo y las ecribiria si tuviera esa facilidad de expresarme que tu tienes. Comparto tu admiración por El, y te animo para que sigas con tu blog que lo haces muy bien y aqui tienes una seguidora fiel. Un beso Nieves

10 de noviembre de 2008, 22:34  
Blogger Sara G. Cortijo ha dicho...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

12 de noviembre de 2008, 13:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

ostras prima!! no sabía tu afición ni que escribieras tan bien!! me ha encantado tu escrito, de verdad!!! Voy a leer tu blog en un futuro.
enhorabuena!
Núria

12 de noviembre de 2008, 13:49  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Saludos, esta es nuestra pagina web

12 de noviembre de 2008, 19:29  
Anonymous Anónimo ha dicho...

yo como la mama de la comentarista tambien digo que estoy muy orgullosa de todo cuanto dice y megusta mucho mucha suerte guapa besos tu mami.

12 de noviembre de 2008, 22:11  

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